28/12/08

Jugar a morir


 

Respirar por la boca 1,2,3,4,….20 veces. Aguantar la última inspiración cerrando los ojos. Alguien por atrás nos abraza a la altura del pecho, presionando sobre el tórax. Alguien por delante, presiona los riñones.

Súbitamente perdemos la conciencia, o más precisamente salimos del cuerpo, por un instante. Un instante eterno.

Cientos de misiles caen sobre las casas, todo se destruye, nadie oye los gritos entre las explosiones. 

El ruido de los aviones y los helicópteros artillados, siembran el miedo.

Nos matan porque para ellos nosotros somos los terroristas.

Respirar por la boca 1,2,3,4 … 20 veces.


Juan C. Gargiulo  28-12-2008

26/11/08

Juego



Jugar, ¿jugamos?

 

infancia arrinconada

pequeño mundo

aventuras sin territorio.

 

Jugaste ¿Jugaron?

 

Cualquier cosa sirve

Incluso sin cosas

cebolla y canción.

 

 

Había jugado ¿Jugaré?

 

Lo importante es el juego

el juguete, no.


Tu mano extendida

 

Es suficiente.



Juan C. Gargiulo, Basardilla otoño 2008

25/8/08

del Diario de Rusia

Cementerio de San Lázaro, Ryazán Rusia otoño 2002.

Después de la lluvia, una mañana clara, fría, pero clara, con el otoño a pie de ventana, desayunamos y Andrei sale por un rato. Olga , su mujer, me acerca unos álbumes fotográficos de la familia, los viajes, los amigos. Me abre una ventana de la historia de ellos.
Reconozco allí caras y personajes, algunos que conocí estos días y otros de Segovia, cuando anduvieron por allí. De París, de Alemania, de Italia. Pero en una encuentro una foto de Andrei , todo vendado en una cama de hospital. Olga me cuenta. - Tuvo un accidente ferroviario. -Una mañana de niebla hace 7 años mientras paseaba a la perra Nora, si la que dice "ma ma" en sus ladridos, ella se escapó detrás de un gato y se instaló en medio de la vía del tren, Andrei corrió detrás de ella y la quitó de en medio, pero no pudo evitar que el tren lo atropellara a él. Milagrosamente salvo su vida. Estuvo mas de medio año en el hospital, su vida cambió radicalmente. Quizá Nora le haya salvado la vida a él .

Continuo con el álbum , y allí aparecen fotos de un bebé mas o menos reciente , pregunto por él . _ Mijail se llama, dice Olga, Andrei tiene otra hija , el año pasado ha sido abuelo. -Pero que edad tiene Andrei? digo . - 46 es del 6 de abril del 56. De mi quinta!! yo soy de agosto del 56!!. Nora ladra, "ma ma", la puerta de calle se abre. Entra Andrei, le doy una abrazo y me mira extrañado. Olga le explica, y el me devuelve el abrazo, y me extiende un libro de fotografías, originales en ByN. Las letras están hechas a mano con témpera blanca, y la encuadernación es manual, un objeto precioso. Es el libro del cementerio viejo de la ciudad. Hacia allí iremos hoy...



Ryazán, Rusia, septiembre 2002.

31/7/08

Migraciones

Cerré la puerta, y allí quedaron dos años de mi vida. Dos años en que vi nacer de los cimientos esta casa que entrego ahora. Una casa que portaba una parte de los sueños de los inmigrantes. Asistí su derribo y a su nueva vida. Derribar para construir. Despojarse para vestirse otra vez, quizá más ligero, más desnudo, con menos adornos, más expuesto a la luz. Allí en la casa de Enrique Martínez, hice mi primera experiencia. Todavía hoy me sé de memoria su plano, sus rincones, las tripas que hacen correr la energía que la sirve. Vi crecer la vida en ella mientras me colaba diariamente como resistiéndome a dejarla.
Sus pinoteas del suelo fueron luego cielorrasos y muebles, su fachada revocada estilo Art Decó, se entregó a la nueva piel de vidrio y metal, que completó sus huecos y le dio un mirador sobre su cornisa.
Un italiano , algunos paraguayos, otros bolivianos, judíos-rusos, polacos, todos aportamos a su renacer. Y un sueño ....

En el patio de aire y luz de este pequeño apartamento de Madrid, se oyen las voces, algunos niños lloran, cuerdas con ropa menuda cuelgan de ventana a ventana. Olores nuevos-viejos ascienden por el hueco, hacia un cielo de verano. El recuerdo de los conventillos de Buenos Aires, cuando los abuelos se abrían paso en el sendero cubierto por la hierba.

Diez lugares distintos en un año.
Los bártulos cada vez más voluminosos, de aquí para allá. La incertidumbre de no tener papeles. La certidumbre de un sueño y la voluntad de servir, de ponerme a prueba, aunque sea gratis. A alguien le interesará lo que sé hacer.

Cerré la puerta, y allí quedaron dos años de mi vida, y dieciocho en España. Un sueño, y su transformación. Un hijo, una separación, un encuentro-corazón, otro hijo. Despojarse para seguir, aligerar el equipaje, desnudarse a uno mismo, para desanudarse. Migrar es dejar, entregar, despegarse de los objetos, o del objeto del afecto, para refundarse en él y en la entrega. Perder todo para encontrarlo todo.

Basardilla, 31 de julio de 2008





30/6/08

Estrellado

La vista nublada, alcanzame los anteojos. Si ya no me sirven, para lo que hay que ver.

Piedra a piedra la casa fue demolida. Lágrima a lágrima, los años han pasado.

La mirada de aquellos seres que brindaron su amor, en la despedida. ¿Qué es una despedida sino una bienvenida?

Al final hay que despojarse de todo, sólo nos tenemos a nosotros mismos y la luz que nos alumbra, hasta en los rincones más oscuros del alma.

No me gusta el lugar de donde vengo, no me gusta el lugar adonde voy ¿ Porqué miro con impaciencia el cambio de la rueda al borde de la carretera?

La memoria fragmentada por las idas y venidas, por los contínuos cambios y las sucesivas adaptaciones.

Alcanzame los de cerca, a ver si ahora puedo ver mas claro.

Y la soledad, al final todos estamos solos, no necesitamos nada y a nadie, solo el silencio y la calma para poder descansar por fin.

Si es que afuera no ha parado de llover, en todo este tiempo, como si la lluvia fuera por dentro, por el mismo barro que se fue formando, aquí .

Y el frío del invierno. La humedad que nos espera, entre la niebla y lo desconocido.

Pasame el mate que ya se enfrió. Poné la pava a calentar.

Y teníamos que irnos así, dejando la telita esa que cubre el corazón en un latido de dolor.

Ellas me devuelven la mirada, cuando finalmente las dejamos.

Ellas están seguras, porque su lugar es el mundo, serán felices donde estén , porque se tienen a si mismas, porque sienten la vida por todos lados.

Abrí la valija a ver si encuentro ese cielo....

Segovia 27 de junio de 2008

A Juan y Graciela que se volvieron hoy.




31/5/08

Anti-Ares


Inicié la búsqueda en la enciclopedia, Ares el dios de la guerra. Antares viene de Anti Ares, opuesto a Ares, linealmente podría significar la paz. Antares es una estrella rojiza en el corazón de la constelación del escorpión, suele confundírsela con Marte.
Los hombres confundimos la guerra y la paz, las dos son rojas.
Esta mañana "Antares" se sacrificó bajo las ruedas de un tren.
Quizá sea una señal que los seres humanos debamos atender.
Quizá estas líneas sean un vano intento de encontrar un significado a este sacrificio.

Segovia 31 de mayo de 2008

PD: en recuerdo de Chema "Antares"

8/4/08

El cielo de los sueños

Me fui corriendo hasta la calle Montañeses, y allí estaba. Una enorme máquina la estaba demoliendo. Sus arremetidas iban tirando trozos enormes de muros y ventanas al suelo. Las entrañas abiertas a la calle, el esqueleto de vigas y pilares retorciéndose a medida que el monstruo avanzaba.

En la esquina de Nahuel Huapi mi viejo con la cara entre las manos, no podía mirar la destrucción de su casa natal.

No puedo oírlo más pero no me quiero ir, no puedo verlo más, pero necesito verlo para recordar.

Ahora se llevan la cristalera de hierro y vidrios de colores, se la llevan con las imágenes de mi abuelo jugando conmigo, o la de mi viejo escribiendo cartas en esa mesita que conservo en la habitación vacía de mis hijos.

Arrancan las baldosas del suelo en damero, arrancando con ellas el disfraz de carnaval del Billy, las horas de mecedora de la abuela Blanca, y la harina que caía al suelo cuando mamá amasaba los ravioles del domingo.

Pero sobre todo cuando destrozan la entrada con sus escalones de mármol, se llevan mi infancia con tranvía y la mano del Billy que me sujeta para que no caiga.

Los sueños de los inmigrantes, los sueños de progreso conseguido se convierten en escombros que irán a parar al vertedero. Allí se encontrarán con otros sueños en una especie de cielo de lo efímero.

Esa casa, el calor familiar para todos los que empezaban en la Argentina de los años 30, para hijos y nietos ese territorio de aventuras y mitos familiares, ya es un solar pelado. Un territorio arrasado de memoria en los ladrillos.

Cuando despierto, lo primero que recuerdo son los sollozos de mi padre y mi grito en el sueño, implorándole al maquinista-verdugo, que acabe de una vez.

Mientras desayuno enciendo la máquina y el correo empieza a llegar despacio, un sorbito de té verde y ahí está, el mensaje de mi viejo, contándome con pelos y señales la demolición de la casa. Solo quedaron tres palmeras del fondo.

Al anochecer mientras empezaba a brillar el lucero, se vio por entre las palmeras, unos hilos por donde corrían figuras, como aquellas vísperas de Reyes en que los niños y los vecinos eran testigos de apariciones y juegos que inventaba el abuelo Nicolás, la casa como teatro de la vida, mientras la fuente del centro del jardín nos devuelve el cielo de estrellas donde viven esos sueños para siempre.

Segovia 23 de febrero de 2003

Este texto es en homenaje a mi viejo que cumplió 80 .



18/3/08

el reloj de oro

Todos los días del niño de cada año, nos dejabas apretar el botoncito del cronómetro. Esperábamos pacientemente esos segundos de felicidad por única vez en el año viendo la aguja delgada, consumir el tiempo en un barrido de la esfera del Omega.
Hace muchos años, cuando todavía teníamos el quincho, y el gato Fenol hacía de las suyas en el vecindario, un día te pusiste a hacer una pared de panderete que remataste , casi bajo la lluvia, con un salpicrét improvisado a golpe de escoba. Ese día te dije:- papá, cuando sea grande te voy a hacer un reloj de oro. No sé porqué te lo dije, quizá, pienso hoy , me invadía un sentimiento de admiración, por esas cosas que hacías, como la pared, o el patio de baldosas hechas una a una , y puestas a fraguar sobre papel de diario. Me acuerdo que una vez puestas en su sitio, cerca del bombeador y alrededor del níspero se podían leer algunos anuncios clasificados en el cemento del patio.
Los años fueron pasando y el ritual del día del niño, se repetía. La promesa del reloj de oro cayó en el olvido.
Hasta que el año pasado, mientras recuperabas el habla después de la crisis de tu enfermedad, me contaste que estabas escribiendo mucho, que tenías cuadernillos y hojas escritas sobre infinidad de temas. Angustiado por la imposibilidad de hablar y comunicarte normalmente, retomaste tu asignatura pendiente. Y en eso se me ocurrió que tal torrente de escritos podía tener un canal fluido, ver la luz y compartir tu mundo y tus vivencias que dejabas por escrito. Así nació tu blog, así paralelamente recuperaste la vitalidad y la alegría, así pudiste aceptar lo que te había tocado vivir.
Y entonces me acordé del reloj de oro prometido . Papá: - no pude hacerte ese reloj, pero a cambio te regalo mi tiempo.

28/2/08

Nuevos pasos, viejas pasiones


Foto Henry Cartier Bresson

Bajando las escaleras del subte D, cerraste el paraguas, fuiste dejando un reguero hasta la boletería. Compramos dos cospeles , pasamos el molinete y esperamos en el andén en silencio. Tu paraguas seguía goteando.
Toda la tarde trabajando en el estudio y yo con la cabeza en otra cosa. Esos libros que compré con tanto esfuerzo, me consumían la mente y los ojos.
Vos sufrías la tormenta del desamor.
Y en un vagón de subte me lo dijiste: algún día harás una película. Yo te miré asombrado por tu seguridad. Mientras mi interior era una hoguera.

En Buenos Aires, ha estado lloviendo, mi viejo está recién operado y convaleciente en casa.
Una carrerita hasta el locutorio de la otra esquina, para mirar los mails y hacer alguna operación por internet.
A la vuelta creí verte charlando bajo un paraguas con una señora. No creí en mis ojos cansados , pero al llegar a la puerta de casa, me dí la vuelta y te miré otra vez. Volví sobre mis pasos y te abordé, allí con la misma imagen. Charlamos después de 25 años. Con las miradas encendidas cambiamos direcciones , datos y una sinopsis de nuestras vidas. Me quedaban pocos días para volver a España, a mi rutina de trabajo de arquitecto.

Recién llegado recibí la llamada: - tenemos un encargo , hay que hacer un video de pocos minutos, en una semana....


Segovia 28 de febrero 2008.

Agradecido a Luz María Ruiz Moreno, arquitecta.

29/1/08

en 19 segundos



Un trazo con el programa de dibujo, un trazo arbitrario, con la línea roja sobre el fondo negro, define algo que será un muro o una columna.
Una gota de pintura roja se derrama hacia abajo del papel, desde esos ojos azules, hechos con un par de giros de pincel. El arma tiesa a un lado, el uniforme cruzado por dos bandas amarillas, la cara rosada de vergüenza. "El soldado miedoso" se seca en el caballete del taller. Hoy Michi nos ha cantado una canción, y nos ha contado un cuento. El sol por los cristales baña un espacio para la infancia, la expresión, efímera, indeleble en el alma de los niños.
Trenes oscuros surcan puentes con estrellas amarillas y arboles cargados de espuma verde con reflejos azules. Casas con techos rojos y niñas delgadas de punta a punta del papel, campos tachonados de verduras de témpera morada, o naranja. Soles que giran, y lunas que se reflejan en un charquito... Y el mar , que en un ir y venir de las olas me guia la mano a un click del ratón que recomienza la vida. Todo pasa a velocidad de vértigo, aquella infancia en 19 segundos de felicidad.

29 de enero de 2008

video : Taller de la Ribera

26/1/08

sueño recurrente


Era un sueño recurrente.

Desde que recuerdo, cada cierto tiempo vuelve.

Siendo muy pequeño, la primera vez, desperté pidiendo auxilio, con una voz ahogada, que a medida que crecía el desasosiego en el sueño, ganaba en claridad y potencia.

En ese sueño, mi cuerpo flotaba en un líquido, alrededor estaba todo oscuro, en el liquido me hundía y la sensación de ahogo se apoderaba de mi, no podía respirar.

La otra noche volvió a suceder, pero esta vez mientras mi voz ahogada empieza a pedir auxilio, una luz ilumina la pesadilla, me siento sosegado y en paz . En realidad no puedo respirar porque no respiro, y el liquido en el que floto, es el del vientre de mi madre.

Segovia, 1 de septiembre de 2005

4/1/08

frío

Aquí estoy delante de la ventana mágica ,
toda blanca de plasma ,
que no de hielo,
ese quedó fuera tras el cristal.

Aquí con los hilos rotos y enredados,
con la maqueta de tu recuerdo en los bolsiyos.
Con la navidá cerca pisando los talones.
Con la boca cerrada pero el corazón abierto.

¿Estás ayí del otro lado de la ventana?

Por la niebla , que no te huelo,
Por los ruidos de las noches, que no te oigo.
Por la miopía de mis ojos, que no te leo.
Por la abismo del espacio, que no te toco.

Pero ¿seguís ayí , verdad?


Segovia, 9-10-2004